Antecedentes del Génesis en los grabados del dolmen de Magacela

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Escenarios de El secreto de Zalamea: el dolmen de Magacela y sus misterios

Hoy ampliaré información sobre el dolmen de Magacela.

El dolmen de Magacela

Si hace poco publicaba un artículo lleno de enlaces y fotos del templo tartesio de Cancho Roano, escenario en el que comienza la novela El secreto de Zalamea, ahora le toca el turno al escenario en el que empieza el segundo capítulo de la misma. Como ya sabéis muchos y si no lo sabéis no pasa nada porque es el principio de la novela y lo puedo contar, en el dolmen de Magacela aparece un cadáver. Desentrañar los motivos del asesinato es el motor principal de la trama de esta novela.

Pero, ¿qué es un dolmen?

El dolmen de Magacela es un monumento megalítico situado junto a la carretera que va de Magacela a La Coronada y, por tanto, muy fácil de localizar. Está a unos siete kms de otro de los escenarios (el edificio protohistórico de La Mata) y a unos veintisiete del escenario principal (el templo de Cancho Roano).
Este dolmen, como tantos otros, conforma una cámara circular que se abre hacia el Este, es decir, hacia la salida del sol, de tal manera que al amanecer la luz de nuestro astro rey penetre en el interior de la estructura. Debemos recordar que un dolmen es una estructura con funciones funerarias y/o rituales, que actúa también como un reloj solar estacional. Es decir, permitiría a los habitantes del calcolítico corroborar la fecha del solsticio o equinoccio (depende del monumento, aunque los casos que conozco mayoritariamente están dedicados al solsticio de invierno, como por ejemplo el de Huerta Montero, en Almendralejo, por hablar de un caso diferente al que nos ocupa) al igual que nuestro reloj de pulsera nos informa de la hora en que vivimos.
Además, el dolmen de Magacela poseería (aunque no quedan restos del mismo) un pasillo de acceso de unos nueve metros de largo y casi dos de ancho, que unidos a los cinco metros de diámetro del sepulcro, daría lugar a un monumento funerario de unos catorce metros de longitud. Un tamaño nada despreciable que podría apuntar a la importancia de los personajes enterrados en él, así como a la del culto solar que allí se llevara a cabo.

Grabados del dolmen de Magacela

También conocido como «Dolmen de la Cerca del Marco», el dolmen de Magacela luce en algunos de los doce ortostatos que lo conforman unos grabados que le añaden valor como yacimiento prehistórico.

El ortostato número 4 es el más profusamente decorado, con un sol en la parte superior derecha que brilla con once rayos. El diámetro de este sol es de unos veinticuatro centímetros. Lo curioso viene un poco más abajo de esta gran estrella.

Justo debajo aparece una figura que se describe en diversos estudios como antropomorfa, aunque hay que tener mucha imaginación para ver una forma humana ahí.

Pero hay que tener más imaginación aún para ver lo que yo veo. Yo veo dos formas humanas. Y algunos diréis: ¡qué imaginación tiene este hombre! (Por algo soy escritor, ¿no?) Así que os he hecho un esquema para facilitar la comprensión del grabado.

¡Qué postura más rara! ¿No? ¡Pues no! No es tan rara porque yo, lo que veo aquí, es que son dos formas humanas practicando sexo, lo que podría relacionarse con un culto a la fertilidad. Se trataría de una representación muy esquemática del acto de reproducción, lo que hace unos cuatro o cinco mil años podría representar en una piedra un escultor de aquella época con las rudimentarias técnicas y herramientas de las que disponía. Veamos en el siguiente esquema cómo está señalado el punto de unión sexual en tono azul.

Este sería para mí, tal vez, el más espectacular de los grabados, sobre todo visto desde esta perspectiva. Aunque hay otro similar en el ortostato nº 8, aunque en posición horizontal en vez de vertical (ojo, en el 4 y en el 8… ¿una secuencia numérica a tener en cuenta?) y en el que no se apreciaría la cabeza de uno de los dos personajes. Pero sí que tiene el mismo número de extremidades.

Aunque el conjunto del ortostato número cuatro me parece que es aún más espectacular todavía. De eso vamos a hablar a continuación:

¿La expulsión del paraíso?

Volviendo al cuarto ortostato voy a ser aún más atrevido (es parte de mi tarea como escritor). Aparece como al pie y a la izquierda de la figura de la pareja reproduciéndose un grabado serpentiforme, es decir, con forma de serpiente. Y junto a él lo que los arqueólogos llaman una cazoleta. ¿Una cazoleta? Se le ha puesto ese nombre porque tiene forma redonda, pero podría ser cualquier cosa circular, por ejemplo, una fruta, tal vez una manzana. ¡Una manzana!

Sí, ¿por qué no? Una manzana redonda. Entonces tenemos, una serpiente, una manzana y una pareja que hace el amor al aire libre (¿Adán y Eva?), bajo el sol. O bajo el dios sol. O quizás bajo el fuego de la espada de un ángel… Y todos sabemos que algunas historias bíblicas tienen sus paralelos o su origen en leyendas y/o cultos más antiguos aún que la propia biblia (no procede desgranar aquí este libro de libros pero creo que todos sabemos que en casi todas las culturas conocidas, incluso estando estas supuestamente incomunicadas, perduran con mayor o menor fuerza leyendas como la de un Diluvio Universal, entre otras). Entonces, ¿por qué no?

Ni más ni menos que la expulsión de Adán y Eva del paraíso representada en un dolmen de la provincia de Badajoz de más de cuatro mil años de antigüedad. Novelesco, ¿eh? De hecho no soy arqueólogo, pero sí novelista, así que recomiendo tomar este artículo como una teoría más sobre lo desconocido, y no como una realidad absoluta. Es más: podría ser, como me dijo alguien, que la supuesta serpiente fuese en realidad la representación de un espermatozoide, y el círculo un óvulo en vez de una manzana. O cualquier otra cosa.

La conexión extraterrestre

Por cierto, ¿podría ser esa estrella o ese sol representado en lo alto del ortostato algo diferente a lo que se piensa? Me refiero a que representase, en realidad, una nave espacial o algo similar.

En la biblia hay varias historias que sugieren la posibilidad de una intervención venida del cielo, pero no tiene por qué ser necesariamente divina. Si precisamente antes nombraba el Diluvio Universal, en una inscripción cuneiforme hallada en la antigua Mesopotamia pone de manera textual que «después fue el Diluvio y, tras el Diluvio, los reyes bajaron otra vez del cielo». Reyes que bajan del cielo.  ¿Quiénes eran esos supuestos reyes celestiales de los que tanto habla también el Antiguo Testamento? ¿No recogería el Antiguo Testamento el testimonio de la existencia de una civilización muy avanzada que convivió con una humanidad atrasada que los tomaron por verdaderos dioses? En Génesis 6:2 «los hijos de Dios vieron que las hijas del hombre eran bellas, escogieron algunas como esposas y se las llevaron». ¿No sería esto más propio de hombres avanzados que secuestran a las mujeres de tribus atrasadas para yacer con ellas? En el libro de Ezequiel se relata una visión que tuvo, en la que se abren los cielos y aparece ante él una gran nube relampagueante con un fulgor en torno, y más adelante habla de una rueda llena de ojos. En ambos casos podría estar describiendo el encuentro con un OVNI. O referirse a ciudadanos y/o supervivientes de la legendaria Atlántida, civilización avanzada donde las hubiera, que tal vez dispusieran de algún medio de transporte aéreo similar a los descritos.

Y si dejamos atrás la biblia encontramos más ejemplos en la gran epopeya india del Mahabharata, donde se habla de carros celestiales armados con rayos muy destructores. ¿El Starwars de la antigüedad? Los indios hopi de Arizona también hablan de dioses que llegaron a su territorio a bordo de naves luminosas, o los paiute de California afirmaban que en su país vivieron antes que ellos guerreros capaces de viajar en «canoas voladoras» por entre las nubes. ¡Fascinante!

Hay numerosas pruebas, como se puede observar, en el imaginario universal de la mayoría de culturas que apoyan los avistamientos OVNI y contactos extraterrestres (esto explicaría que en vez de una serpiente y una manzana pudiera tratarse de un espermatozoide y un ovulo, pues si no, ¿cómo iban a conocer los espermatozoides hace miles de años, sin microscopios ni instrumentales adecuados?) como para, al menos, hacernos unas cuantas preguntas.

Las luces del dolmen

Pero no hace falta irse tan lejos del dolmen de Magacela como nos hemos ido. Ni en el espacio ni en el tiempo, aunque si de tiempo queremos hablar también podemos hacerlo, puesto que se conocen antiguos testimonios del fenómeno que voy a esbozar en unas líneas.

Y es que, aunque no hablé de ellas en «El secreto de Zalamea«, existen numerosos testimonios desde hace ¡cientos, por no decir miles, de años! de extraños avistamientos en el entorno del dolmen. Avistamientos de luces que parecen salir del cercano lago, que sobrevuelan el dolmen y que, después, desaparecen o regresan a la laguna de la que salieron.

¿Y si estas luces fueran la prueba de la conexión extraterrestre de las antiguas culturas y su posterior evolución? ¿O de una conexión mística con la divinidad o divinidades que pudieran acompañarnos hace miles de años? ¿O una conexión con los supervivientes de la antigua Atlántida, como sucede en Cancho Roano? ¿Y si…? Ufff, pongámonos a imaginar (se me ocurren muchas novelas y relatos).

Para más información sobre estas misteriosas luces os invito a ver el vídeo cuyo enlace recojo un poco más abajo en este mismo artículo. Os sorprenderá.

Otros grabados

Hay otros grabados menos espectaculares tal vez tanto en los ortostatos mencionados como en los número 6, 7 y 9 que consistirían en diversas cazoletas más, una figura con forma de hoja de árbol, otra con forma de anzuelo, etc…

Pero creo que por ahora ya hemos hablado bastante sobre el dolmen de Magacela y sus misterios, que no son pocos. Y como yo mismo soy bastante incrédulo, os invito a dudar de todo lo que aquí he escrito, pero eso sí, también os invito a pensar. Pensar, pensar, y volver a pensar…

Os dejo aquí unos enlaces para ampliar información:

Artículos sobre el dolmen

Artículo Dolmen de Magacela del blog Senderuelos.

Otro artículo del dolmen de Magacela, esta vez del blog Extremadura: caminos de cultura.

Y no podía faltar un artículo de Celtiberia en el que también se nos habla del horno adyacente.

Vídeos

La luz del dolmen de Magacela: un misterio de cinco mil años de antigüedad. Es un vídeo artículo del programa de Iker Jiménez Cuarto Milenio, en el que además aparece nuestra amiga Irael J. Espino, quien presentó El secreto de Zalamea en la biblioteca estatal de Badajoz.

Eso es todo por hoy. Un saludo y hasta la próxima.

7 comentarios en «Antecedentes del Génesis en los grabados del dolmen de Magacela»

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