Junio también inspiró a Pablo Neruda (Soneto)
Empezamos este mes de junio con este poema del gran Pablo Neruda, Nobel de literatura en 1971. Leyendo la segunda estrofa, es posible que lo escribiese «a la luz de la luna de Junio». Ahí va:
Soneto XXII (de «Cien sonetos de amor»)
Cuántas veces, amor, te amé sin verte y tal vez sin recuerdo,
sin reconocer tu mirada, sin mirarte, centaura,
en regiones contrarias, en un mediodía quemante:
eras sólo el aroma de los cereales que amo.
Tal vez te vi, te supuse al pasar levantando una copa
en Angol, a la luz de la luna de Junio,
o eras tú la cintura de aquella guitarra
que toqué en las tinieblas y sonó como el mar desmedido.
Te amé sin que yo lo supiera, y busqué tu memoria.
En las casas vacías entré con linterna a robar tu retrato.
Pero yo ya sabía cómo era. De pronto
mientras ibas conmigo te toqué y se detuvo mi vida:
frente a mis ojos estabas, reinándome, y reinas.
Como hoguera en los bosques el fuego es tu reino.
Pablo Neruda
Le tengo especial cariño a Pablo Neruda y su obra. Viví una pequeña temporada en Valparaíso, Chile y visité la casa que allí tenía el poeta, además de su casita en Isla Negra, ambas convertidas en museo. Una preciosidad las dos, la verdad. Os dejo aquí un par de fotos de mi visita a la casa de Neruda en Isla Negra (¿habéis leído «El cartero de Neruda»? Pues eso). En una podéis ver la playa rocosa que don Pablo contemplaba desde su casa (no se distinguen, pero en los islotes del fondo hay unos pingüinos) y en la otra frente a la casa. Madre mía, este verano voy a cumplir veinte años desde ese viaje…
En fin, espero que os haya gustado el poema.
Hasta la próxima.