Soneto
A medianoche entro a un bar bien repleto,
variado, donde un borracho discute.
Con patillas y gafas pide chute
de alcohol con muy poquito respeto.
Con camisa de flores por decreto
al camarero amenaza cual Lute
rompe un vaso, lo esgrime como cutter
y lo echan por motivo tan concreto.
Por la mañana veo, cual yate encallao,
su cuerpo maltrecho en un banco sucio
del andén de la estación de Callao.
Duerme, sin zapatos, «beodo» anuncio.
De sus calcetines bien agujereaos
huimos, y a murmurar ni yo renuncio.
Relato perteneciente a mi proyecto: Ejercicios de estilo.
Resto de ejercicios pinchando aquí.