Diciembre en la poesía de Góngora
Ya estamos en diciembre y, la verdad sea dicha, parafraseando a Garcinuño de la gran película «Amanece que no es poco», hoy tengo yo cuerpo de Góngora, así que os dejo un soneto suyo en el que el gran autor del siglo de oro (por cierto, en un par de días tengo preparada una sorpresita sobre dicha época que se publicará en esta misma web) nombra a este mes recién inaugurado:
Señora doña puente segoviana
A la puente segoviana, que está sobre el río Manzanares en Madrid
Señora doña puente Segoviana,
cuyos ojos están llorando arena,
si es por el río, muy enhorabuena,
aunque estáis para viuda muy galana.
De estangurria murió. No hay castellana
lavandera que no llore de pena,
y fulano Sotillo se condena
de olmos negros a loba luterana.
Bien es verdad que dicen los doctores
que no es muerto, sino que del estío
le causan parasismos los calores;
que a los primeros del diciembre frío,
de sus mulas harán estos señores
que los orines den salud al río.
Luis de Góngora
Espero que os haya gustado el poema y os deseo un feliz mes de diciembre.
Hasta la próxima.
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