Línea de fuego de Arturo Pérez-Reverte
Línea de fuego
Arturo Pérez-Reverte
RESEÑA
«—Hay un momento complicado, cuando descubres que una guerra civil no es, como crees al principio, la lucha del bien contra el mal… Sólo el horror enfrentado a otro horror».
Acompañada con ilustraciones del gran pintor de batallas Augusto Ferrer-Dalmau, Línea de fuego de Arturo Pérez-Reverte nos transporta a la Batalla del Ebro, importante hito de la Guerra Civil Española (1936-1939). Si bien los personajes y lugares de esta novela son ficticios, según indica el propio autor en las primeras páginas de créditos, los hechos en que se inspira están documentados y se han recopilado miles de testimonios sobre aquella sangrienta lucha. Sin duda, aunque con distintos nombres, lo que se cuenta en esta obra no debe de ser muy diferente a lo que realmente ocurriría en diferentes puntos a lo largo de la prolongada línea de fuego que recorrió kilómetros y kilómetros del río Ebro.
Algunos personajes de Línea de fuego de Arturo Pérez-Reverte
Los numerosos personajes son un valor importante, tal vez el que más, de esta obra. En ella, don Arturo ha tratado, según desvela en entrevistas y promociones, de contar nuestra guerra civil (la española) desde ambos puntos de vista, sin tergiversar ni inclinarse hacia un lado u otro. Si lo ha conseguido o no, seréis vosotros, los lectores, quienes habéis de decidirlo. Yo tengo mi opinión al respecto, pero no quiero mediatizaros, sino hablar de literatura.
Para lograr su objetivo, el autor ha creado, entre otros muchos, a Pardeiro en el bando nacional, acompañado de Vladimiro y demás hombres leales. A periodistas extranjeros que acompañan a los voluntarios de las Brigadas internacionales. O al lúcido personaje Bascuñana —en realidad, casi todos lo son en esta novela. Lúcidos, quiero decir. Quizás caminar tan cerca de la muerte ayuda a serlo— que retrata a la joven Pato y a la sociedad española de entonces que, parece, poco tiene que envidiar a la actual:
«—Pues que con esa edad estés aquí, en vez de haciéndote fotos o soltando mítines en cines y teatros… En vez de ir por ahí del brazo de un diputado, o de un patriota de los que se dedican al estraperlo en la retaguardia, o de uno de esos intelectuales cuyo antifascismo consiste en llevar pistola en los restaurantes y denunciar a quienes criticaron sus novelas o no aplaudieron sus poesías… Todo eso dice mucho de ti. (…) Qué español suena eso, ¿verdad?… Si no ganas tú, al menos procura que no gane el otro. Que todos pierdan».
Periodismo de guerra
Si los personajes creados por Arturo para esta novela me han parecido apropiados además de lúcidos, alcanzando con ellos la amplitud de perfiles que podían darse en aquella guerra, no iba a faltar entre ellos el homenaje a los corresponsales de guerra. Pérez-Reverte lo fue durante muchos años y en muchos lugares, cubriendo también guerras civiles y conociendo a muchos colegas de profesión. Esto le permite no sólo escribir una obra como la que tenemos entre manos con un enorme realismo sino, también, retratar la profesión del periodista en un conflicto bélico. Hombres y mujeres, como también nos las muestra luchando en el frente, gracias a Pato y sus compañeras de Telecomunicaciones.
Pero volviendo a los reporteros, son tres —y extranjeros— los que se infiltran —con los correspondientes permisos— en el contingente de voluntarios internacionales. Dos hombres y una mujer, Vivian Szerman, que tratan de trasladar, con la mayor profesionalidad que las circunstancias les permiten, sus crónicas a sus respectivos medios:
«Sentada en el suelo, apoyada la espalda en una rueda del automóvil camuflado bajo unos árboles, Vivian Szerman teclea en la Remington portátil que tiene sobre las piernas cruzadas. Sabe que su crónica nunca pasará completa la censura, pero en ese momento es incapaz de escribir otra. Ya la revisará más tarde, antes de intentar enviarla (…). Deja la norteamericana de escribir, levanta la vista y mira hacia el río. Desde el lugar en que se encuentra, alcanza a ver la vaguada que baja hasta el cauce, el agua terrosa y la humareda que se alza sobre Castellets. El pueblo queda fuera de su vista,, pero los dos pitones se distinguen bien».
Muerte y vida en Línea de fuego de Arturo Pérez-Reverte
También intuyo, conociendo la obra de Pérez-Reverte, que muchos de los nombres de los personajes que aparecen en la novela son homenajes a amigos y personas cercanas del autor. Dedicatorias a personas reales e, incluso, a lugares. La prueba está en que hay, incluso, un Dalmau —y recordad que el libro lo ilustra Ferrer-Dalmau— entre los soldados retratados en esta obra bélica. Una obra que, como cabe prever, está llena de muertes, pero también, de vida. La vida de los que tratan de salvar el pellejo por todos los medios, inclusive el de ser valientes y arrojados, feroces y leales. Pero también, incluso, no lo olvidemos, la vida de los que llegan al mundo en pleno conflicto. Las nuevas vidas:
«De pronto, con un grito desgarrador, la mujer tensa el cuerpo en un espasmo que parece más violento que los anteriores, y la luz amarillenta de la vela resbala como aceite por su vientre henchido y bañado en sudor. Y el dinamitero ve a Olmos inclinarse sobre ella, apretándole la mano con más fuerza al tiempo que acaricia su frente con una ternura insospechada en él, y la vieja y el practicante tiran fuerte de algo oscuro, rojizo y ensangrentado: un objeto extraño, un cuerpo diminuto que el practicante, incitado por la vieja, sostiene torpe en alto, cabeza abajo, mientras ella le da suaves golpes, uno tras otro, golpe tras golpe, hasta que al fin suena un levísimo quejido y luego un llanto agudo y fuerte, violento, el primero de una vida, que eriza la piel de Julián Panizo mientras los hombres agrupados en la puerta estallan en gritos de alegría».
En resumen
Tenemos en las manos con Línea de fuego de Arturo Pérez-Reverte una novela que retrata al ser humano en la batalla, pero no en una cualquiera: en una que se libra entre hermanos, parientes, vecinos y amigos. Una lucha, en definitiva, en la que oyes a los de la trinchera contraria hablar en tu mismo idioma. Una guerra desgarradora que, esperemos, no vuelva a repetirse nunca.
Y, como no podía ser de otro modo, don Arturo la retrata fetén. Recoge un amplio abanico de perfiles y los desarrolla sumergiéndonos en una realidad que, por fortuna, sólo conocemos por terceros. Y, de repente, nos encontramos en plena batalla. Sentimos las balas zumbar a nuestro alrededor, las esquirlas de las granadas rozar nuestros ropajes y el olor a sudor de nuestro coraje avanzando bajo fuego enemigo. Y no nos atrevemos a soltar el libro por si, mientras no le prestamos atención, los contrarios nos la juegan.
Bien estructurada y narrada, cambiando de voz y punto de vista con elegancia y acierto, esta obra te la leerás sin problemas. Porque don Arturo sabe hacerlo así, ameno y entretenido y con un lenguaje fácil y asequible. Para todos los niveles. Así que, si quieres saber más sobre lo que es una guerra civil, no lo dudes. Lee Línea de fuego de Arturo Pérez-Reverte.
Ficha técnica de Línea de fuego de Arturo Pérez-Reverte:
Editorial: Alfaguara
ISBN: 978-84-204-5466-5
Edición: Primera edición
Formato: Papel
Género: Novela histórica. Bélica.
Traducción: No procede