Astillas en la piel de César Pérez Gellida (reseña con crucigrama)
Astillas en la piel
César Pérez Gellida
RESEÑA
«Una creencia no es simplemente una idea que la mente posee, es una idea que posee a la mente».
Cuando por mi amigo Boluda conocí parte de la trama de Astillas en la piel de César Pérez Gellida supe que no tardaría en leerla. Recién sacada del horno, la lectura de esta obra impulsó a Jesús a llamarme y contármelo. ¿Sabes que uno de los personajes principales de la última de Gellida es un crucigramista?, me preguntó / informó. Y yo que, como bien sabéis los que me seguís, hago mis pinitos creando modestos crucigramas y otros pasatiempos literarios, respondí con otra pregunta: ¿En serio?
Y sí, iba en serio la cosa. Uno de los personajes se dedica a crear crucigramas y habla, a ratos, de ese proceso y su magia.
Pude conocer a César en la Feria del libro de Murcia. Un tío estupendo. Y con la novela debidamente autografiada empecé a leerla a las pocas semanas. A devorarla debería decir, porque es fluida y magnética. Quizás me influya mi posición de crucigramista aficionado, pero lo cierto es que me la leí en 3 o 4 sentadas, prácticamente. Y me gustó mucho por varias razones.
Metaliteratura de Astillas en la piel
Es esta una característica que me atrae y que también está tratada en esta obra. Así, en un ejercicio metaliterario, César crea a un protagonista escritor (de éxito) que hablará de literatura y de escritura. De esa manera, cuando lees Astillas en la piel vas observando, también, la cocina de los libros. Lo que hay detrás de una novela, de una editorial y de la creación. Aunque para la mayoría de autores la situación de este personaje esté muy alejada de la realidad. Al menos en el aspecto económico.
Pero no sólo habla de la escritura como proceso en sí mismo. También nos da lecciones literarias fundamentales. Escojo este fragmento porque dice una gran verdad que a veces nos negamos a tener en cuenta los escritores. Me refiero a lo que afirma en la primera frase que aquí recojo:
«—Me encantaría poder decirte que es algo novedoso, pero lo cierto es que en el maravilloso mundo de la literatura no existe nada que no se haya escrito antes. Eso de crear villanos y que empaticen con el lector ya lo hizo Shakespeare en el siglo XVII con Macbeth, por ejemplo. Porque mira que es despiadado el tipo: asesina a su anciano padre cobardemente mientras duerme y se cepilla a sus dos sirvientes más leales para cargarles el muerto. Luego mata a su mejor amigo y, para rematar la faena, ordena la muerte de la mujer del hijo de su enemigo solo para causarle dolor. Y, a pesar de ello, Shakespeare consigue que el espectador lo juzgue como alguien consumido por la ambición de su esposa y cuyos actos parecen encontrar justificación en lo más oscuro y recóndito del alma humana. Este tipo de personajes, entrañablemente odioso —califico—, se repite con Gollum, Darth Vader, el capitán Garfio, o con el mismísimo conde Drácula. Anda que no nos pone cachondos el conde Drácula».
Sincronicidades varias
Últimamente me persiguen las sincronicidades y todo lo que me rodea parece retroalimentarse. Como si se repitiera o se propusiera conectar elementos de mi vida aparentemente inconexos entre sí. Y no lo digo tan sólo por lo del crucigramista. También hay otras coincidencias llamativas. Por ejemplo, que la acción principal de la trama se sitúe en Urueña. Lo digo porque hace no mucho tiempo que tengo unas inmensas ganas de visitar ese pueblo. Rectifico: desde que leí Astillas en la piel parece que me he desmotivado un poco. ¡Menudo yuyu!
Bromas aparte, por supuesto que aún quiero visitar Urueña, pero también tengo pendiente otro lugar no muy lejano: La santa espina. Como quiera que gran parte de lo que se cuenta en esta novela sucede en la provincia de Valladolid ocurre que, en un momento dado, el protagonista pasa en coche junto a La santa espina. Y ya reseñé una obra que tiene como epicentro ese lugar (motivo por el que deseo acudir allí) obra en la cual, por cierto, también encontré curiosas sincronicidades significativas para mí. Ay, la sincronicidad, qué curiosas son sus creaciones.
En fin. Como muchas de esas sincronicidades son tan personales que a la mayoría no os diría nada no voy a entrar al detalle. Mejor seguimos hablando de Astillas en la piel, pero sin destriparos el libro. Os dejo ahora un fragmento en el que uno de los protagonistas describe al otro, para que valoréis la prosa de César. Ahí lo tenéis:
«Cinco años son muchos, pero no son tantos para el deterioro físico que aprecio. Además, creo recordar que la última vez que hablamos me contó que no le iba nada mal. Es más, me sorprendió comprobar lo bien que había encauzado su vida en el plano profesional, y eso que en la universidad no demostró ser un destacado estudiante, precisamente. Más por falta de entusiasmo que por incapacidad, he de decir. Es cierto que bastante mérito tenía haber llegado ahí viéndose obligado a superar lo que le tocó vivir en el internado. De hecho, invirtió solo dos años más de la cuenta en licenciarse en Derecho y lo cierto es que nunca mostró interés alguno en ejercer como abogado. Por eso, cuando me contó lo que ganaba diseñando crucigramas, autodefinidos, sopas de letras y esas chorradas para diversas publicaciones, me pareció un chiste. Una broma de mal gusto. Y yo, tragando mierda en la asesoría de ocho de la mañana a seis de la tarde. Ahora, a juzgar por lo que veo, el éxito y el fracaso han decidido cambiar de bando, y cuando esos dos impostores deciden marcar las vidas de las personas, resulta complicado huir de su feliz o desdichado embrujo».
Crucigramas, personajes y traumas
Los capítulos de esta novela son una joya en su título. Y esto se debe a que cada uno consiste en una definición con la que se podría completar un crucigrama que hay al final del libro. Un acertijo que merece la pena ir resolviendo a lo largo de la lectura. Y a quien no le apetezca calentarse la cabeza, también tiene las soluciones en las últimas páginas.
En cuanto a los personajes principales de Astillas en la piel tengo que deciros que no son cualquier cosa. Cada cual con sus traumas y problemas no pequeños nos va conquistando según lo conocemos. Según descubrimos sus mierdas, sus anhelos, su pasado. Aunque también nos dan motivos para cambiar de opinión sobre ellos a lo largo de la lectura. Odiarlos, en algún momento, puede convertirse en una buena opción. En fin, no puedo contar mucho más, así que aquí tenéis un fragmento de cómo se presenta a sí mismo el principal protagonista de la novela:
«Yo leía de forma compulsiva desde los diez años, pero nunca me había atrevido a escribir, puede que por pudor o, más bien, por miedo al fracaso. Solo pensar en exponerme al gran público me causaba auténtico pavor, pero el hecho de tener que asumir que estaba condenado a convivir con esa garra para el resto de mis días me hizo replantearme mi existencia. ¿Qué mayor fracaso había que no atreverse a intentarlo? ¿Qué tenía que perder? Por aquel entonces yo era un gris empleado de una asesoría jurídica para empresas de medio pelo que solo aspiraba a que llegara el fin de semana para refugiarse en el alcohol y ocasionalmente en la coca. Ese trabajo de ganapán, igual que mi vida, estaba muy lejos de hacerme sentir orgulloso. Necesitaba un método, pero, sobre todo, necesitaba creer en mí mismo y paradójicamente todo ello cambió gracias al auténtico soplapollas de Joserra. O, para ser exactos, cuando decidí ajustar las cuentas con él y dejar constancia de ello en negro sobre blanco. Lo siguiente fue asumir de una vez que no iba a ser capaz de lograr recuperar la mano derecha, por lo que me conjuré hasta rozar la obsesión en convertir la izquierda en mi mano diestra. Y aunque no fue fácil, con el paso del tiempo como aliado y grandes dosis de paciencia como artillería, ningún enemigo se tornó imbatible y cualquier meta me resultaba alcanzable».
Resumiendo
En Astillas en la piel César Pérez Gellida nos sumerge en un thriller apasionante e impactante. En sus páginas descubriremos lo mejor y lo peor del alma humana. Y nos llevará en volandas sobre un vaivén de emociones y sorpresas hasta el inesperado desenlace final.
Bien construido y desarrollado, se trata de una lectura totalmente recomendable para los amantes de la novela negra y los thrillers. Por tanto, no dudéis en gastaros unos euros en pillarlo en la librería más cercana. ¡Estarán bien invertidos, sobre todo si lo leéis!
Antes de despedirme, como sabéis, a veces incluyo pasatiempos literarios en las reseñas que hago. Y si en alguna novela no podía faltar uno de ellos, y con más razón un crucigrama y no otro tipo de acertijo, es en esta. A continuación tenéis mi humilde aportación a esta estupenda obra. ¡Hasta pronto!
Crucigrama literario de Astillas en la piel
Como prometía más arriba, os dejo aquí un crucigrama (en algunos países lo llaman cábala o cruzaletras) basado en Astillas en la piel, de César Pérez Gellida. Obviamente, no todas las palabras encajan con la novela ni pertenecen al ámbito literario o cultural, pues sería muy difícil conseguir algo así sin abusar de los cuadraditos negros. Sin embargo, espero que lo disfrutéis igualmente. Además, en esta ocasión creo que lo he puesto facilito.
Primero os pongo la versión interactiva para que quien quiera pueda hacerlo en pantalla. Después os lo pondré en formato PDF para imprimir y hacer en papel. Aquí tenéis el interactivo:
El crucigrama en PDF
Como he prometido, podéis descargarlo en PDF pinchando aquí.
Antes de poneros las soluciones también os lo muestro en pantalla:
Horizontales
- Tierra de labranza, campo, como los que abundan en Castilla León, por ejemplo. 2. Coloquialmente, atice, golpee, como algún personaje hace en esta novela en cierto momento. 3. Epidermis y dermis forman esta capa en la que, a veces, se pueden clavar cosas, aún figuradamente. Primera sílaba del nombre del autor de esta novela. 4. Infusión que toman los ingleses a las cinco. País del sudeste asiático que no podemos dejar de lados. 5. Trocito desprendido de la madera que da título a esta novela. 6. Mujer del godo. 7. Rey, jefe de estado.
Verticales
- Comprende, se percata, percibe (salvo que esté, por ejemplo, bajo los efectos de las benzodiazepinas). 2. Peligro, contingencia o proximidad de un daño que a veces hay que asumir y que lo corren varios personajes de este libro. 3. Remueva la tierra con el arado. Apócope de tono, sin … ni son. 4. Segundo apellido del autor de esta novela. 5. Segunda nota de la escala musical. Relativo a las alas, poner alas. 6. Planta que puede ser de Bruselas o lombarda. 7. Lo que pueden sufrir quienes se beben una botella de segoviano (whisky DYC).
La solución en PDF
Y aquí os dejo la solución del crucigrama en PDF (Pinchad aquí para descargar la solución)
Espero que os haya gustado.
Hasta pronto.
Ficha técnica:
Editorial: Suma de letras (Penguin Random House)
ISBN: 978-84-9129-612-6
Edición: 2021
Formato: Papel
Género: Novela negra, policiaca, thriller.
Traducción: No procede
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