El enero de Quevedo
No he podido resistirlo. El año pasado inicié el año con un poema de Góngora, así que hoy no podía faltar Quevedo, aunque sea con un soneto atribuido como es este:
Estaba una fregona por enero
Estaba una fregona por enero
metida hasta los muslos en el río,
lavando paños, con tal aire y brío,
que mil necios traía al retortero.
Un cierto Conde, alegre y placentero,
le preguntó con gracia: «¿Tenéis frío?»
respondió la fregona: «Señor mío,
siempre llevo conmigo yo un brasero.»
El Conde, que era astuto, y supo dónde,
le dijo, haciendo rueda como pavo,
que le encendiese un cirio que traía.
Y dijo entonces la fregona al Conde,
alzándose las faldas hasta el rabo:
«Pues sople este tizón vueseñoría.»
Atribuido a D. Francisco de Quevedo
Espero que os haya gustado el poema.
Hasta la próxima.