Pobrecito papá: microrrelato finalista en concurso
Hola a todos. Hoy os traigo un microrrelato que fue finalista semanal en un concurso de relatos. Se titula Pobrecito papá y tiene una extensión aproximada de 100 palabras. Os pongo en antecedentes:
El concurso en cuestión
Hablemos, en primer lugar, del concurso y su dinámica.
El certamen en el que participé con este microrrelato es el de Relatos en cadena. Este concurso literario se celebra en Cadena SER y Escuela de escritores desde hace ya 16 años, por lo menos. Casi todas las semanas seleccionan tres finalistas (luego los ganadores semanales van a una final mensual y luego hay una anual). Por supuesto, no pude resistirme y empecé a mandar algunos textos en diciembre de 2022. Finalmente, el 16 de enero de 2023 seleccionaron uno de ellos: Pobrecito papá.
Los tres finalistas fueron elegidos entre 732 microrrelatos presentados en la convocatoria concreta de dicha semana.
Podéis escuchar Pobrecito papá y el resto de relatos pinchando aquí (este enlace de Ivoox te lleva al minuto exacto en que comienza la sección del concurso). El audio dura unos 11 minutos entre presentaciones, lecturas y votaciones. Eso sí, pasaréis un buen rato escuchándolo. Garantizado.
El microrrelato finalista: Pobrecito papá
Os pongo a continuación fotos con la captura del microrrelato tal como fue publicado en la página web de Escuela de escritores (ampliándolo para mejor lectura).
Bueno, ahí lo tenéis. Espero que os guste. También os dejo un pequeño vídeo por si queréis escucharlo en boca de profesionales:
Ah, por cierto, hubo votación y, por un voto, ganó el relato de Nieves Ruiz. Mi enhorabuena a ella y mi saludo a Ilda Luaces, dos buenas compañeras con las que compartí este momento tan emocionante y entrañable.
En fin, ya para terminar, un abrazo a todos y gracias por vuestro apoyo.
Otros microrrelatos
y premios
de Sergio Reyes
Texto de POBRECITO PAPÁ: Su padre es un tal José Luis, pero la niña no lo sabe. Siempre ha abrazado y besado, como si de papá se tratara, al cariñoso y atento hombre con el que conviven. La madre, entretanto, los observa jugar con el cubo y la pala de playa en el jardín trasero y, de vez en cuando, se acuerda del mencionado José Luis. Entonces los reprende, sonriente pero firme, obligándolos a parar, sobre todo, cuando se ponen a escarbar ahí, en el punto exacto donde enterró al pobrecito…