Pobre mamá (2022, relato)
Pobre mamá es un relato que se publicó en la antología Raíces, publicada a finales de 2022. De hecho, el libro se presentó en un acto el 30 de diciembre del mencionado año de publicación. Esta es la portada del libro:
Este libro de más de 600 páginas surge a partir de los relatos participantes en un concurso literario que, obviamente, no gané. Aunque sí me seleccionaron para la antología, cosa que no sucedió con todos los participantes, que fueron muchos, por cierto.
Primera página de Pobre mamá
No voy a transcribir aquí Pobre mamá, ya que pertenece a dicho libro y podría tener problemas. Os dejo, no obstante, una captura del comienzo por si os engancha lo suficiente y os animáis a comprar vuestro ejemplar. Ahí va la primera página:
Trama de Pobre mamá
En el texto de Pobre mamá exploro las tortuosas relaciones entre un niño que vive con su madre y los amigos del niño y de la madre. Y no se acaba ahí la cosa. Pero hasta ahí puedo leer, que si os desvelo mucho ya pierde la gracia.
Presentación del libro Raíces
Sí os dejo aquí el texto que acompañaba a la presentación del libro Raíces, a modo de motivación para que os intereséis por el mismo y por las magníficas historias que contiene:
«Raíces» es el título del nuevo libro de 175 relatos que compendia la tercera edición del exitoso Concurso de Relato Breve de Bercial de Zapardiel (Ávila) convocado por el Centro de Estudios Bercialeños “El Calvache” con el propósito de fomentar la creatividad y el interés por la actividad literaria. Una voluminosa obra (666 págs.) que será presentada en la localidad el próximo viernes 30 de diciembre.
Y «Raíces» es el nombre de esa aventura cultural que resume el espíritu de los patrocinadores inspirados por los versos de Aisha que cierran la publicación: «Como los árboles / anclados por sus raíces, / sostenido y alimentados / me nutro de mi historia, / de mi pueblo, de mis antepasados».
El I Concurso comenzó su andadura en el año 2020, con 14 relatos, de amigos y amigas de Bercial, que en la segunda edición de 2021 (después de internacionalizar el certamen) pasaron a 64. En esta tercera
convocatoria, con un crecimiento exponencial, han sido 231 los relatos que se han presentado procedentes de medio mundo obedeciendo al reclamo lanzado desde «una pequeña aldea de castellanos resistentes».
En esta ocasión, 81 de los relatos siguen la estela del “boon” latinoamericano, y más concretamente en la especialidad cuentista de sus respectivos paisanos Borges y Cortázar (Argentina), Gabriela Mistral (Chile),
García Márquez (Colombia), Alejo Carpentier y Cabrera Infante (Cuba), J. Icaza (Ecuador); Miguel Ángel Asturias (Guatemala), Juan Rulfo (México), Roa Bastos (Paraguay), Vargas Llosa (Perú), René Marqués (Puerto Rico), Eduardo Galeano (Uruguay) y Rómulo Gallego (Venezuela). Otros siete relatos han sido enviados por hispanoparlantes residentes en Alemania, Estados Unidos, Francia, Inglaterra y Polonia.
En el resto de relatos (150) están representadas la mayoría de las Comunidades Autónomas de España: Andalucía, Aragón, Baleares, Castilla La Mancha, Castilla y León, Cataluña, Euskadi, Galicia y Madrid, destacando esta última por el número de participantes (34). Ávila y provincia aparecen representadas en la autoría de once relatos escritos como herencia estilística del paisano José Jiménez Lozano y del seductor Miguel Delibes, además de coincidir con la escritura de otros cuentistas que por aquí pasaron, como Pardo Bazán, Galdós, Pio Baroja, Unamuno o Azorín. Un ejemplo que en Ávila también lleva a gala la Asociación de novelistas “La sombra del ciprés”, con tres volúmenes de relatos en su haber.
Todo un universo literario en miniatura confluye en las páginas de este libro, donde se cuentan breves historias, narraciones cortas concentradas en pequeñas dosis, que quieren cautivar a quienes transiten por la escritura de sus hojas. En definitiva, estamos ante una forma de contar y narrar historias que obedece a la larga tradición oral de nuestros pueblos, la cual ahora se ha refinado convirtiéndose en literatura.
El libro es una muestra de la respuesta en lengua castellana dada a un llamamiento hecho al mundo con la esperanza de saber de gentes animosas que quisieran contar sus inquietudes, vivencias o fantasías. A mayores, la letras que componen la publicación se completan con 232 fotografías en blanco y negro que ilustran las raíces del ideario del concurso, el cual se hace universal desde el mundo rural abulense, en cuyo nombre se proyecta el pueblo de Bercial de Zapardiel.
Los relatos seleccionados son confesiones, instantáneas de sucesos, emociones, recuerdos, pesadillas, reflexiones, experiencias, sufrimientos y alegrías de un viaje por geografías, escenarios, paisajes y cronologías donde desfilan hombres y mujeres convertidos en personajes variopintos, unos atormentados, otros enamorados. Todo envuelto en textos de una temática variada. Escritos en diferentes estilos y lenguajes, tienen una singular calidad formal y una reseñable riqueza literaria algunos de ellos.
Los relatos llegaron como semillas viajeras que trajo el viento a Bercial de Zapardiel (195 hab.), tierra fértil de la Moraña abulense, fructificando en el libro a través de más de un centenar de historias. Con todo, cada relato ha crecido presto para su lectura, como el trigo blanco para la siega. Aprovechando entonces la cosecha literaria de El Calvache, el libro se convierte en un foco de atracción para nuevos lectores y futuros escritores, lo que provoca que hagamos el mismo llamamiento que hizo Lope de Vega, cuando animaba en estos mismos campos a segadores y labradores. Para la ocasión, los lectores somos ahora espigadores de letras, y lo labradores son los sembradores de historias con renglones que surcan la tierra. Y así brota la rima de “El fénix de los ingenios”, la cual tomamos prestada en esta recolección de textos:
«¡Ésta sí que es siega de vida,/ ésta sí que es siega de flor!/ Hoy, segadores de España, / vení a ver a la Moraña / trigo blanco y sin argaña, / que de verlo es bendición. /¡Ésta sí que es siega de vida, / ésta sí que es siega de flor! / Labradores de Castilla, / vení a ver a maravilla / trigo blanco y sin neguilla, /que de verlo es bendición».
El libro ya forma parte del ameno repertorio de las colecciones de relatos que atrapan a lectores y escritores, lo que nos permite adentrarnos en los títulos premiados en esta convocatoria por el jurado, compuesto por la escritora abulense, Leonor Sánchez González, Julio Collado Nieto, escritor poeta y articulista, y un humilde servidor.
Entre los galardonados, destaca el relato «La imagen», escrito por Ariel Alberto Díaz (Argentina), merecedor del primer premio, por su originalidad, crudeza y profundidad. El texto, aunque tiene diferentes lecturas, nos muestra los peligros de la intransigencia, la homofobia y el egoísmo, además de dejar claro que los roles de género oprimen incluso cuando tratan de intercambiarse o performarse. Al recibir la comunicación, el premiado contestó agradecido por las felicitaciones, el diploma y el dinero del premio (150 euros): «El lunes iré a cobrarlo, ya que hoy el presidente ha declarado feriado nacional por el ataque sufrido a la vicepresidente, …me viene muy bien el dinero del premio. Los jubilados (tengo 86 años) estamos muy mal en Argentina, ya que las jubilaciones son muy bajas».
«Pienso, luego aún existo» es el título del relato escrito por Celia Fernández Rodríguez (Torre del Mar, Málaga), ganador del segundo premio por su narrativa de un trágico destino de mala suerte y de una agonía reflexiva ante la muerte que, provocada por el hombre, golpea a la mujer.
El especial tratamiento de los sentimientos de personas “marginadas” y diversas, contado con sencillez y emotivas descripciones es el tema de «Palos de ciego», texto que firma María Pérez Ibáñez (Pamplona) y al que se le ha concedido el tercer premio.
Otros relatos distinguidos con menciones especiales encabezan la larguísima lista de títulos con la que se completa la antología de este III Concurso.
Un breve comentario sobre ellos nos servirá de introducción al resto. Empezamos leyendo «El Mocho», escrito por Armando Ravena Arellano (Santiago de Chile), y descubrimos un tratamiento especial sobre la desesperación el hombre producida por la pobreza y la miseria.
«En un bar de las afueras», nos introduce en un misterioso clima de suspense y misterio de un encuentro inesperado en el que se adivina una trágica liberación ante el mal trato, escrito con atractiva agilidad por Antonio Luis Vicente Caneda (El Campello, Alicante).
La remembranza de la vida que se escapó ante la esperanza de un futuro ilusionante, combinando recuerdos y situaciones con un sugestivo estilo, modula el relato «Kramatorsk» escrito por José Antonio Gago Martin (Segovia). Desde Toluca (México), de la pluma de Roberto Moya García, llega como «Una bendición del cielo», una curiosa historieta de engaño conyugal de la que se aprovecha la picardía y aparente inocencia de la niñez. Por su parte, Concha Mora Olmedo, de Madrid, nos sobrecoge ante el abatimiento de «Patricio», un hombre que se ve obligado a mendigar generando una turbia impotencia.
Un misticismo singular, convertido en oración ante un Cristo que mira y cautiva con los mismos ojos que un joven que espera a la mujer suplicante, es el tema central de «La mirada», una composición de Teresa Delia Techera, de Montevideo (Uruguay). Al mismo tiempo, la reivindicación de las figuras femeninas de tradición familiar de fuertes vivencias y gran personalidad cala en la escritura de «Ilda Nery» de Ingrid Mariela Concha Sáez (Santiago de Chile). Mientras que Alejandro Kapeniak, de Argentina, escribe «Ángel», donde se demuestra la valentía de una mujer poco reconocida y valorada en su trabajo, pero que se libera ejerciendo de ángel salvador de otra mujer atormentada.
Y no podía faltar el pueblo de Bercial de Zapardiel, recreado en «Y se hizo la luz», a propósito de la llegada de la electricidad a la localidad, un acontecimiento narrado por Bruno Coca Arenas que recoge la alegría explosiva de un vecindario esperanzado con el progreso en el medio rural.
Por último, con la misma intriga, misterio y emoción siguen otros 126 relatos más, cuya lectura queremos animar y contagiar su magia desde aquí, mientras recordamos a Antonio Machado en el epílogo del libro: «Yo voy soñando caminos / de la tarde. ¡Las colinas / doradas, los verdes pinos, / las polvorientas encinas!…».
En cuanto al balance, Bruno Coca Arenas, presidente del Centro de Estudios Bercialeños “El Calvache”, organizador y promotor del concurso de relatos que ha dado origen al libro Raíces dice: «Es un motivo de gran satisfacción, para nuestro Centro de Estudios, el haber tenido esta respuesta tan positiva a nuestra convocatoria. Una iniciativa y una convocatoria, muy modesta, sí, pero planteada con mucho cariño e ilusión desde un colectivo de personas, como el nuestro, que trabaja por la cultura y que, día a día, está empeñado en recuperar su historia para mantener y poner en valor sus tradiciones». Con todo, añade, «se nos va a conocer un poquito más en todos aquellos países del mundo donde residen los participantes del concurso. Y, seguro, con la curiosidad innata del ser humano, que se habrán interesado en conocer el pueblo y saber quiénes somos, a través de la información exhaustiva y detallada, que algunos llevamos años compartiendo con el mundo en las RRSS, y en la actualidad, centrada en nuestra publicación oficial de facebook». Más aún, concluye: «Estoy convencido que parte del éxito de nuestra convocatoria reside, precisamente, en mostrar al mundo con humildad, quiénes somos y donde habitamos, a través de todo el trabajo cultural: estudios, conferencias, exposiciones, que hemos materializado en estos años y que todo el mundo puede ver la RED».
Por otro lado, uno de los concursantes escribe: «Hola, me llamo Manuel García-Fogeda, participé en el último concurso de relatos -con el trabajo «La eterna buscona»- y me gustaría poder leer los ganadores si los tenéis al acceso de los lectores en alguna red (…) Quiero también felicitaros por la buena organización del certamen, desde el acuse de recibo de la obra hasta la notificación de los fallos, cosa inusual en la mayoría de concursos, enhorabuena. Un saludo».
Finalmente, ante el éxito de participación y la gran proyección nacional e internacional alcanzada con el concurso de relatos «Raíces», así como por el reconocimiento al trabajo realizado, la organización manifiesta sentirse con el aliento y fuerza necesarios para convocar el cuarto certamen en el año 2023.
Ávila, 22 de diciembre de 2022
Agradecimientos y despedida
Una vez más y en primer lugar, gracias a todos por vuestro apoyo.
En segundo lugar, enviaros un cálido saludo y un ¡hasta la próxima!
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