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Ali ibn al-Arabi y Ahmad ibn Waddah en su adarve

Abenarabi (Personajes reales)

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Hoy toca hablar de Abenarabi. Así lo llamamos en la Mursiya actual, aunque su nombre sin cristianizar era Muhammad ibn al-Arabí. Os contaré (también y sobre todo, pues son quienes cobran mayor protagonismo en Mursiya El pintor del Rey Lobo) detalles de su familia. A fin de cuentas, Abenarabi era muy niño en los tiempos en que ambiento esta novela. En realidad, serían sus mayores los que más podrían interactuar con el emir y demás personajes de mi obra. Esto último conlleva que preste tanta atención en esta entrada a su familia. Vamos a ello.

Versión con retoque de un Abenarabi creado mediante inteligencia artificial combinado con un dibujo de Sergio Reyes
Imagen generada con inteligencia artificial y combinada con ilustraciones de Sergio Reyes

Ya sabéis que gran parte de lo que hacen los personajes de mi novela pudo ser verdad y, por eso, vamos a empezar hablando de su padre… Veamos qué os puedo contar sin destripar demasiado la novela Mursiya El pintor del Rey Lobo.

Nota extra

¡Ah!, por cierto, un libro muy interesante sobre Abenarabi y que os recomiendo es: Murcia, tras las huellas de Ibn Arabí de Fawaz Hussain. Es el último que ha caído en mis manos sobre este señor y no podéis dejar de leerlo.

El padre de Abenarabi

AVISO SPOILER: No sé hasta qué punto lo que os voy a contar se puede considerar destripe (que es como yo llamo al spoiler en castellano). Así que si aún no has leído El pintor del Rey Lobo quizás prefieras no seguir leyendo. No obstante, voy a intentar no desvelar acciones o sucesos demasiado relevantes para la trama de la novela. Quizás eso haga esta entrada más corta de lo que sería si me pudiera despachar a gusto.

Ali ibn al-Arabi y su antagonista

El padre de Abenarabi se llamaba Ali y como tal aparece en mi novela, así que eso no es ficción. Y por lo que he podido descubrir en biografías y fuentes que hablan sobre el gran sabio musulmán, también es cierto que pertenecía a una familia de tradición militar. Del mismo modo todo apunta a que formaba parte de la administración del ejército del Rey Lobo, en la que tendría algún cargo importante. De ahí el papel que le otorgo en mi obra (y no os cuento más porque destriparía demasiado).

También es cierto que existió un tal Muhammad ibn al-Hayy del que consta, según las fuentes, que fue juez militar de las tropas del Rey Lobo. Me pareció interesante darle un papel en la novela como antagonista del padre de Abenarabi. Ese antagonismo es ficción, licencia literaria por mi parte, pero que no existan pruebas de esa enemistad no significa que no pudiera suceder así en la realidad… Y hasta aquí puedo leer.

Por otro lado, en alguna biografía o artículo (no recuerdo en cuál de los consultados), leí que al padre de Abenarabi no le hacía mucha gracia la deriva religiosa que su hijo fue tomando con la edad. Esto también trato de reflejarlo en mi obra. Más abajo os comentaré algo más al respecto.

Familia del padre de Abenarabi

Según las fuentes, Ali tuvo un hermano boticario. Este se llamaba Abd Allah. Aunque en las crónicas consultadas no he encontrado el dato de dónde ejercía como farmacéutico este buen señor, me tomé la licencia literaria de suponer que también vivía y trabajaba en Mursiya. Por eso, pongo allí su botica. Y, por supuesto, de ser cierto seguramente sería uno de los proveedores de mejunjes medicinales del Rey Lobo. Al menos en mi ficción lo es.

Las fuentes hablan también de que, mucho tiempo después de morir el Rey Lobo, Abenarabi visitó a un primo paterno. Ese primo (que no sale en mi novela porque por edades y otros motivos no procedía) se llamaba Ali, como el padre de Abenarabi. Cabe suponer que podía ser hijo del mencionado boticario. Lo menciono aquí para que quede constancia y conocimiento del mismo, aunque no sea personaje de mi obra.

También he encontrado referencias a dos cuñados del padre de Abenarabi. Puesto que los tales cuñados eran hermanos de su esposa, hablaré de ellos enseguida, cuando os hable de la madre de Abenarabi. Por cierto, esta buena mujer es una prueba más de la importancia de Ali ibn al-Arabi. Veamos:

Importancia de Ali ibn al-Arabi

He dicho más arriba que Ali ibn al-Arabi había de tener algún cargo importante en el ejército del Rey Lobo. Varios indicios apuntan a la veracidad de este dato.

  • En primer lugar, Ali pertenecía a una familia de amplia tradición militar, lo que le daría experiencia y le abriría puertas vetadas a otros para acceder a puestos relevantes.
  • En segundo lugar, los almohades lo ficharon y lo llevaron con ellos a servirles en Sevilla, una vez conquistada Murcia. Si fuera un mindango lo habrían dejado con algún cargo secundario (o aún ni eso) en Mursiya, ciudad que pasaba en ese momento a un segundo plano al tener los almohades la capitalidad andalusí establecida en Sevilla.
  • Y, en tercer lugar, porque en aquellas sociedades uno no se casaba con alguien de familia importante si él mismo no poseía cierto rango. Y la esposa de Ali y madre de Abenarabi pertenecía, sin duda, a una poderosa dinastía bereber. Veámoslo a continuación:

La madre de Abenarabi

Efectivamente, también sabemos cosas reales de la madre de Abenarabi. Se llamaba Nur, tal y como reflejo en la novela. Era de origen bereber y muy religiosa. De hecho, se sabe con certeza que cuando se fueron a vivir a Sevilla, visitaba con frecuencia a la conocida mística sufí Fátima bint al-Muthanna. Pero de esto ya no hablo en mi novela porque sobresalió en una zona lejana a Mursiya y, sobre todo, en época posterior al Rey Lobo. Solamente, antes de continuar, quiero dejar constancia aquí de la importancia de la tal Fátima también para Abenarabi, que la frecuentó en su momento. Sin duda, esa mujer (que aunque vivía en Sevilla creo recordar que era cordobesa) dejaría su impronta en la espiritualidad del protagonista de esta entrada.

Familia de la madre de Abenarabi

Vamos a ver ahora la familia de la madre de Abenarabi. Conocemos al menos a dos hermanos de Nur. Estos tíos maternos de Abenarabi, por lo visto, también supusieron una gran influencia religiosa para el gran místico sufí. Ya he dicho antes que la propia Nur era muy religiosa, lo que no es de extrañar con esos parientes tan creyentes.

El tío de Abenarabi que era gobernador en África

Sabemos que uno de los hermanos de Nur, Yahya ibn Yugan, fue gobernador de Tremecén, como en algún momento de la novela desvelo. Este dato destaca cuando el buen hombre hace trasladar una epístola a Mursiya que… mirad, como esa parte concreta de la carta es ficción mejor dejo que lo descubráis leyendo El pintor del Rey Lobo. Pero cuando lo hagáis recordad que, siendo hermanos Yahya y Nur, seguramente intercambiarían correspondencia en algún momento. Así que muy desencaminada no iría la cosa. (Y los que habéis leído la novela estaréis asintiendo con la cabeza y diciendo «oño, pues tiene sentido…»).

Por tanto, si Nur era hermana del gobernador de una importante ciudad, su familia había de tener, asimismo, cierta importancia. Y, por eso mismo, os decía al terminar de hablar del padre de Abenarabi, que su matrimonio con esa mujer era señal de su propia categoría en Mursiya y en el gobierno mardanisí.

Ojo, nótese que si este hombre gobernaba Tremecén sería súbdito almohade, lo que no impediría el matrimonio de su hermana con un súbdito mardanisí. Pero sí que los mantendría algo distanciados, al menos hasta el triunfo almohade que permitiría unificar los territorios.

El otro tío de Abenarabi, el que era religioso

Se llamaba Abu Muslim al-Hawlani. A este ni lo nombro en la novela. No por nada: es que si hubiera nombrado a todos los personajes interesantes que descubrí durante mi investigación saldrían más de dos mil páginas de novela. Y tampoco era plan.

Pero sí lo menciono aquí para dejar constancia de su existencia ya que, junto al otro tío materno (el gobernador de Tremecén), se le considera antecedente espiritual de Abenarabi. Y eso, ¿cómo fue? Bueno, cabe pensar que (como Abenarabi se volcó en la religión ya bastante mayorcito) en la época del Rey Lobo la relación con esos parientes sería más distante. Tened en cuenta lo que decía más arriba: posiblemente estos tíos maternos estuvieran en territorio de los enemigos del Rey Lobo. Por tanto, su influencia comenzaría tiempo después de la desaparición del gobernante murciano.

La familia de Abenarabi

Ahora os hablaré un poco más del núcleo familiar en el que creció Abenarabi. O, al menos, de lo que se sabe de él. Pero antes, un resumen, para que no os perdáis mucho.

Resumiendo hasta aquí

Sabemos que, al menos, Abenarabi tenía

  • un tío paterno boticario y
  • un primo paterno (quizás hijo del boticario).

También conocemos a

  • dos tíos maternos que influirían enormemente en su religiosidad
    • y que uno de esos tíos fue gobernador de Tremecén (África).

Y, por supuesto, sabemos sobre sus padres:

  • Su padre se llamaba Ali y era un importante militar del Rey Lobo
  • Su madre se llamaba Nur, era muy religiosa y procedía de una relevante familia.
Recreación impresionista retocada de la familia de Abenarabi (padre, madre y él) en unas posibles afueras de Mursiya
Imagen generada por inteligencia artificial y retocada después con filtros

La casa de los ibn al-Arabi

La casa de los ibn al-Arabi estaría habitada, además de por padre, madre e hijo, por dos hermanas más de Abenarabi. Al menos nos han llegado dos nombres, lo que confirma la existencia de estas hermanas. Si tuvo más hermanos y hermanas yo no los he localizado en la documentación consultada.

Las dos hermanas

Las hermanas fueron conocidas como Umm Sad y Umm Ala respectivamente. Al morir los padres de Abenarabi quedaron a cargo de este, que tuvo que solucionar el marrón que le acababa de caer. Veamos primero los antecedentes:

El padre de Abenarabi, Ali, vaticinó su propia muerte, la cual acaeció sobre 1193 o 1194. Dijo que se moriría tal día y, llegada la fecha, se cumplió la profecía. Escribo de memoria, creo recordar que dijo que sería el miércoles de la siguiente semana a su predicción. Todo esto demuestra, entre otras cosas, el gran poder de la autosugestión.

La madre de Abenarabi, Nur, murió poco después que el padre (cuestión de meses o unos pocos años).

Se sabe que, al quedar huérfano Abenarabi (ojo, ya rondaba la treintena) quedaron a su cargo las dos hermanas. De esto se deduce que posiblemente eran menores que él y, por ello, en mi novela lo hago primogénito y no hablo de estas hermanas que, seguramente, nacerían después de la trama objeto de mi obra.

Encargarse de estas hermanas supondría para Abenarabi una incomodidad, una complicación sobrevenida, por lo que, según las fuentes, se apresuró en buscarles marido. Esto reafirmaría mis teorías, pues a las niñas se les solía buscar marido a edades muy tempranas. Si fueran mayores que él, habrían estado ya casadas y el místico sufí no habría tenido que solucionar dicha situación a toda prisa.

De hecho, quizás sí que tuviera otras hermanas y hermanos, pero si se casaron antes de la muerte de los padres y antes, por tanto, de convertirse en una carga para Abenarabi (al contrario que Umm Sad y Umm Ala) pudo ocurrir que no trascendiera dato alguno sobre ellas/os y, así, sernos finalmente desconocidas/os.

El domicilio familiar

Algunas fuentes modernas sitúan la vivienda en que nació Abenarabi en la actual calle Cubos de Murcia, pero mucho me temo que no hay pruebas fehacientes de ello. Al menos, yo no las he encontrado lo suficientemente fiables.

Por otro lado, el autor Rafael Hortal, en la novela erótica Historia de Lo, sitúa su vivienda en el mismo sitio donde se sitúa, actualmente, un sex shop. Esta ubicación también es ficción y yo, en un literario ejercicio intertextual, recojo ese guante y también localizo ahí el lugar de nacimiento de Abenarabi. De este modo, además, convertía en vecinos a Ali (el padre) y el prota de mi novela tras la riada del comienzo…

Casas de Abenarabi y de acogida del prota de Mursiya El pintor del Rey Lobo

Los tres vivirían, según mi ficción, en el actual Bulevar Adarve de calle Platería. Si os fijáis en la imagen superior y el detalle de casas que resalto a la derecha, la número 1 sería la de Abenarabi, y la 2 donde viviría el semificticio protagonista de la novela al principio. Luego, de mayorcito, ya mandaría yo a Ahmad a vivir en el arrabal del Arrixaca. Pero eso es otra historia.

Ali ibn al-Arabi y Ahmad ibn Waddah en su adarve
Acuarela y plumilla, técnica mixta: Ali ibn al-Arabi pasea junto al protagonista Ahmad en el adarve de acceso a sus supuestas viviendas. Al fondo estaría la entrada a la del padre de Abenarabi, a la derecha se adivina el marco de la que acogería al futuro pintor del Rey Lobo…

La casa de La Alberca

Robert Pocklington, en un artículo de 2017, habla de una posible residencia de la familia de Abenarabi en La Alberca (Murcia). También menciono yo, en mi novela, dicha alquería y, simplemente, quería dejar constancia aquí de que no es ficción la existencia de la misma, sino que está respaldado por los trabajos de este investigador y otros anteriores.

En ese mismo artículo, Pocklington sostiene la posibilidad de que Abenarabi pudiera nacer en dicha finca. Afirma que al ser su padre un alto funcionario del ejército mardanisí podría tener capacidad para poseer semejante almunia y que, al nacer su vástago en verano, les pudo pillar allí, pues sería un sitio más fresco que la propia Mursiya. Es otra posibilidad, además de las anteriormente comentadas. Yo, por necesidades de mi trama, opté por la que ya he confesado más arriba, tan factible como cualquier otra. Además, sostengo ficcionalmente que el propietario de la finca de La Alberca es otro de los mencionados parientes de la familia. Insisto en que es ficción porque tampoco se sabe con seguridad que esta finca fuera de esta familia, es más bien una hipótesis con trazas de ser acertada.

Conclusiones censales

Acabo de hablaros de varios posibles lugares de nacimiento de Abenarabi. Quiero dejar claro que no he encontrado pruebas definitorias para ninguno de los tres y que la ubicación elegida para mi novela es tan factible (o no) como cualquier otra.

Y, finalmente, Abenarabi

Ahora tocaría hablar de Abenarabi, pero realmente ya he contado casi todo lo que quería contar de él. A fin de cuentas, mi intención con estos artículos no es otra que orientar al lector de mis novelas. En ese sentido, solo pretendo ayudar a que quien las lea (y quiera) pueda saber qué parte de lo que cuento en ellas es verdad y qué parte son añadidos ficticios. Por eso mismo, poco puedo aportar ya sobre él, pues Mursiya El pintor del Rey Lobo está ambientada en sus primeros años de vida y no pretendo justificar nada mucho más allá de eso.

El resto de su vida: retazos

Muhammad ibn al-Arabi tendría unos siete u ocho años cuando su familia se mudó a Sevilla. Para entonces ya no forma parte de la trama de mi obra y no procede explicar aquí el resto de su vida. Pero sí quiero comentar unos poquitos retazos sobre él, ya que han influido en mis decisiones sobre la trama y la actuación de personajes como su padre:

  • En su niñez y juventud, Abenarabi no dio especiales señales de que se fuera a convertir en el gran místico sufí que acabó siendo.
  • Por el contrario, siendo de una familia con una larga tradición militar, seguramente de niño jugaría a las guerras y batallas, entre otros juegos. No sería muy diferente a lo que hacíamos los niños de nuestra generación, sin ir más lejos.
  • En 1175 o 1176 una epidemia de peste asoló al-Andalus (y el Magreb) y él también cayó enfermo. Llegó a escribir que estuvo hundido en el coma.
  • Ya he dicho que de niño jugaría a las guerras. De hecho, Muhammad ibn al-Arabi, según las fuentes consultadas, siguió los pasos de su padre al principio. Fue soldado hasta 1184 o 1185, en Córdoba para más señas, donde abandonaría el ejército.
  • Seguramente, en lo anterior influiría su entrada en la vía, su iniciación espiritual. Tendría entonces unos 20 años y durante un retiro obtuvo la iluminación. Este sería el motivo para que dejara las armas físicas y se volcara en las espirituales.
  • Cuando la actitud religiosa de Abenarabi fue desarrollándose por las sendas del sufismo, a su padre no le agradó mucho. Al menos, según las crónicas, en sus inicios se mostraría reticente al camino que empezaba a tomar Abenarabi. Esta característica de su padre ya la muestro en la novela en su comportamiento con el protagonista, al que hago simpatizante del sufismo precisamente (y entre otras cosas) para poder mostrar este desapego del padre a dichas enseñanzas.
  • Abenarabi reconoce al profeta Isa (Jesús) como su primer maestro, según algunas fuentes.
  • Fue un gran viajero y salió y regresó de al-Andalus en varias ocasiones, estableciendo su domicilio definitivo en Siria.
  • Todavía hoy, los musulmanes peregrinan a su tumba y mausoleo, situados en Damasco, donde Muhammad ibn al-Arabi terminó sus días con unos 75 años de edad.
Versión con retoque impresionista de un Abenarabi creado mediante inteligencia artificial
Imagen generada mediante inteligencia artificial y retocada posteriormente con filtros

Actividad didáctica Conoce a Abenarabi

Para terminar, os dejo aquí una actividad didáctica que creé para facilitar al profesorado su trabajo con el alumnado. Salvo los fragmentos literarios, que serían para entregarlos a los estudiantes, el resto del documento es para uso del equipo docente, pudiendo preparar la clase con ello. Ahí va la vista previa y el enlace de descarga:

En la misma hago referencia a otra actividad didáctica para hacer cómics. Podéis encontrarla pinchando aquí. También podéis informaros sobre mis guías didácticas aquí.

Y esto es todo por ahora…

En resumen

Abenarabi era muy niño en los tiempos que reflejo en «Mursiya. El pintor del Rey Lobo«. Por ello, su papel en mi novela no es especialmente relevante. Es mucho más importante el de su padre, Ali, y su madre Nur; por ello hablo mucho más de ellos (y de sus parientes) en este artículo que del místico sufí.

Quiero destacar en este resumen que no se tiene certeza plena de su domicilio exacto y/o casa de nacimiento. También que su padre fue un importante militar del Rey Lobo y que su madre sería de una importante familia bereber (pues su hermano fue gobernador en Tremecén). Y que a su padre no le hizo gracia la deriva sufí que tomó su hijo en su juventud (pero para entonces, la trama de mi novela ya había terminado).

Espero que este artículo os haya aclarado un poco más lo que es verdad y lo que no en esta novela histórica.

Hasta la próxima.

Fuentes bibliográficas

ABU L-ABBAS AHMAD IBN MUHAMMAD IBN ZIDAYAT ALLAH AL-TAQAFI, conocido por IBN AL-HALLAL

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