Empezamos este mes de junio con este poema del poeta peruano César Vallejo que, entre otras, vivió la bohemía del Trujillo peruano.
XVII
Destílase este 2 en una sola tanda,
y entrambos lo apuramos.
Nadie me hubo oído. Estría urente
abracadabra civil.
La mañana no palpa cual la primera,
cual la última piedra ovulandas
a fuerza de secreto. La mañana descalza.
El barro a medias
entre sustancias gris, más y menos.
Caras no saben de la cara, ni de la
marcha a los encuentros.
Y sin hacia cabecee el exergo.
Yerra la punta del afán.
Junio, eres nuestro. Junio, y en tus hombros
me paro a carcajear, secando
mi metro y mis bolsillos
en tus 21 uñas de estación.
Buena! Buena!
César Vallejo
Como sabéis, he visitado muchas veces el Trujillo español, y también alguna vez el hondureño. Hay muchos más Trujillos en el mundo, y les tengo un especial cariño. Por eso también se lo tengo a César Vallejo, que participó de la bohemia trujillana en Perú. Y por eso, y porque lo ambienta en junio, os dejo aquí este poema. Y también, por qué no, estas fotos de mi última participación en la feria del libro de Trujillo:

Y aunque me pueden llover los memes y coñas voy a atreverme a poner una foto de mis tiempos mozos, cuando estuve en el Trujillo hondureño. Qué el Señor nos coja confesados:
Espero que os haya gustado el poema.
Hasta la próxima.