Hoy, 25 de junio de 2025, estamos de celebración: Murcia cumple 1200 años.
Efectivamente, hoy hace doce siglos de la fundación de Madinat Mursiya, la ciudad que hoy conocemos como Murcia. Una cifra redonda, hermosa, de esas que invitan no solo a mirar atrás, sino también a tomar impulso hacia adelante.

Hace ya ocho años, publiqué una entrada que titulé El secreto mejor guardado: 1192 aniversario de la fundación de Murcia, en la que denunciaba con cierta tristeza que muy pocos recordaban la efeméride. Hoy, con la llegada del milésimo ducentésimo aniversario, me resisto a dejar pasar la ocasión sin alzar la voz, sin celebrarlo como merece esta tierra nuestra que fue cruce de caminos, frontera y cuna de culturas.
¿Por qué 1200 años no son solo un número?
Porque no hablamos de una ciudad cualquiera, sino de una fundada por el emir Abderramán II en el año 825 como parte de una ambiciosa estrategia de repoblación y control del valle del Segura. Murcia nace como ciudad planificada, desde arriba, con funciones administrativas, comerciales y defensivas. Es hija de su tiempo y, a la vez, precursora de muchas cosas.
Mursiyya no surge sobre otra ciudad anterior: no es heredera de una urbe romana ni visigoda, sino una creación ex novo en plena cora de Tudmir. Y eso la hace especial.
De murallas y memorias
Hoy, Murcia cumple 1200 años, y a lo largo de estos doce siglos, la ciudad ha cambiado de rostro muchas veces. Pero aún podemos rastrear huellas de aquella fundación. Basta con pasear por la plaza de Santa Eulalia, donde sobreviven restos de la muralla andalusí y visitar el Museo de la Muralla. O los que se conservan juntos al Mercado de Verónicas para perderse, después, por el centro con la vista puesta en los cimientos de lo que fue la medina islámica.
Murcia es, como tantas ciudades mediterráneas, una capa sobre otra. Pero pocas pueden presumir de que su origen esté tan claramente fechado: 25 de junio del 825. Algunos cronistas lo atribuyen a una orden del emir; otros, a una interpretación de las fuentes árabes. Sea como sea, tenemos una fecha simbólica sobre la que construir identidad.
Descubriendo los secretos de nuestra fundación
Y si alguna vez quise contar esa fundación no solo con datos, sino con alma, lo hice a través de la ficción en mi novela Mursiyya; El talismán del Yemení. En ella narro el nacimiento de la ciudad desde los ojos de sus primeros habitantes, mezclando personajes históricos y ficticios para recrear cómo pudo ser aquel tiempo de esplendor, tensiones, secretos y esperanza. La ciudad no es solo el escenario: es protagonista.
Escribir Mursiyya fue para mí una forma de rendir homenaje a nuestros orígenes, de acercar al lector al siglo IX andalusí sin renunciar a la emoción de una buena historia. Y ahora, en este aniversario tan redondo, siento que esa novela sigue viva, tan viva como la ciudad que la inspiró.
Murcia cumple 1200 años ¿Y qué hacemos con este aniversario?
Para empezar, mis editores, desde Dokusou ediciones, han sacado una maravillosa edición especial limitada y numerada con tapa dura y letras de la portada bañadas en oro. Y todo para conmemorar que Murcia cumple 1200 años.
En febrero de 2025 tuve la suerte de participar en una mesa redonda sobre la Murcia de las tres culturas, en la que se puso de relieve el valor histórico y patrimonial de nuestra ciudad.
También he recuperado alguna que otra presentación de mi novela histórica antes mencionada, por ejemplo en el Casino de El Palmar.
Además, de la mano de Inmobiliaria Joaquín Cárceles hemos reactivado las rutas histórico literarias. En ellas recorro con grupos de personas los escenarios más importantes de mis obras ambientadas en la Murcia medieval…
Estas son algunas de las actividades en las que he tenido algo que ver para celebrar la fundación de nuestra amada ciudad.
Murcia cumple 1200 años: una ciudad con historia… y con futuro
Sí: Murcia cumple 1200 años. Murcia, la de la huerta y los azarbes, la de los palacios, la de los puentes, la de los árabes, los judíos y los cristianos, la de las acequias y los campanarios. Murcia, mi ciudad.
Ojalá este aniversario no pase de puntillas. Porque hay fechas que no se celebran por nostalgia, sino por orgullo y por conciencia. Porque solo quien conoce su origen puede mirar hacia el futuro sin miedo.
Así que, desde aquí, me uno a la celebración —aunque sea en voz baja— y brindo por ti, Mursiyya o Mursiya, por estos 1200 años. Y que vengan muchos más.
📌 Lee también: El secreto mejor guardado: 1192 aniversario de la fundación de Murcia
Hasta la próxima