Los rostros de los personajes de Mursiya
Hace tiempo que salió la segunda novela de Sergio Reyes sobre al-Andalus (la tercera en su cuenta general). Hoy, año y medio después, parte de su equipo queremos que podáis conocer a algunos de los personajes de Mursiya El pintor del Rey Lobo. Se trata de una nueva novela histórica que podéis leer de forma independiente a las demás de la serie, pues tal carácter (el de serie) se lo da el hecho de tratar la historia medieval andalusí. Por lo demás, cada obra se desarrolla en distintos siglos.
Primero, antes de entrar en la materia que hoy nos ocupa, os dejamos aquí unas miniaturas de los rostros de los protagonistas y secundarios de esta obra:
Las pinturas
Como muchos sabéis, en años recientes Sergio Reyes ha hecho sus pinitos en arte y pintura. Así, entre nosotros, no es que haya progresado demasiado teniendo en cuenta que desde niño ya dibujaba mucho y disponía de cierta base. Mejor que se dedique a escribir… 😉 😛
Pero desde la humildad, Sergio se atreve a permitirnos que os mostremos parte del trabajo que le ha servido para escribir la nueva novela (algunas pinturas no son suyas, como explicamos más adelante). Estos sencillos y modestos (los suyos, los de otros autores son geniales) retratos han estado presentes durante su período creativo y le han servido de inspiración. Por ello consideramos que forman parte, de algún modo, de su oficio de escribir y encontramos relevante mostrároslos.
Ah, también nos advirtió que, en algunos casos, ha aplicado a estas obras digitalizadas algún efecto con diversas aplicaciones de retoque fotográfico.
Algunos rostros de los personajes de Mursiya
A continuación ampliamos las miniaturas que os habíamos mostrado de los rostros de algunos de los personajes de Mursiya El pintor del Rey Lobo.
Por ejemplo, este podría ser para Sergio el alfaquí Yahya al-Salawi (el predicador de Salé):
Poner cara a los personajes creemos que es, también, una buena forma de proporcionarle a los futuros lectores un interesante adelanto. Y a los que ya lo leyeron y a los amantes de la literatura, una visión ampliada del proceso creativo de una novela. Una forma, en definitiva, de realidad aumentada.
El siguiente retrato podría corresponderse con Zarqa, la hija favorita del Rey Lobo. Al meno como tal lo usó Sergio Reyes a la hora de inspirarse:
Zarqa es una de las hijas conocidas de Muhammad ibn Mardanish. Y, según las fuentes, era rubia y de ojos azules. Esto, según algunas fuentes, solía resultar muy llamativo a muchos musulmanes de la época, sobre todo los procedentes de más allá de al-Andalus. Aunque en esta novela se le ha dado un papel pequeñito, no está de más ponerle cara.
Seguimos con más retratos
Quienes hayáis seguido la página de Sergio Reyes en Facebook habréis ido viendo aparecer (tiempo atrás) algunos de estos retratos tuneados en blanco y negro. Los retratos que vais a ver hoy, aunque tuneados también, llevan algo de su color original.
Este podría ser el rostro de Muhammad ibn Tahir, descendiente de un importante linaje murciano:
Aclaración antes de continuar
Ya lo adelantamos antes. Algunos retratos son de la cosecha de Sergio Reyes, pero otros son de amigos artistas que le dieron permiso en su día para usar alguna de sus obras como inspiración para los personajes de la novela. Por ejemplo, el inmediatamente superior (Muhammad ibn Tahir) y el siguiente son de Isabel Aliaga, amiga del autor.
El que sigue, también de Isabel Aliaga, se correspondería con Ali ibn al-Arabí (padre de Abenarabi). En este retrato estaba ya mayorcito (al comienzo de la novela es joven):
El protagonista irá trabando una gran amistad con Ali a lo largo de la novela. Eso ya lo descubriréis durante su lectura.
Seguimos con más retratos. En este caso se trataría de Nahir ibn Waddah, hermana del protagonista Ahmad, que no tiene precisamente un papel menor en la obra:
El protagonista
Aquí os mostramos al prota, Ahmad ibn Waddah, de joven:
Como sabéis o podéis intuir, sobre todo si ya habéis leído la novela, Ahmad ibn Waddah es un personaje semificticio (como su hermana Nahir). Algunos lo considerarían ficticio, pero nosotros preferimos añadir el prefijo semi-. El motivo de esto es que este Ahmad no sale de la nada. Su padre fue real, su tío (La Vaquita) también existió, así como otros miembros de los Banu Waddah. Por tanto, cabe pensar que aquellos hombres tendrían esposas e hijos y, desde esa perspectiva, no podemos considerar a Ahmad como totalmente ficticio. Quizás sí que hubo un Ahmad, aunque tal vez su vida fuera muy distinta a la que se cuenta en «Mursiya. El pintor del Rey Lobo». O puede que fuera casi idéntica, punto por punto. ¿Quién lo puede saber con absoluta certeza? Esa es parte de la magia de la literatura de género histórico.
Más personajes de Mursiya: Nabila
Este sería el retrato de Nabila, la madre de Ahmad y Nahir ibn Waddah:
Se trata de otro caso semificticio. Que el padre de Ahmad tuviera esposa/s e hijo/s parece probable. La madre del protagonista pudo llamarse Nabila o de cualquier otra forma. Y pudo pasar por las peripecias que pasó la novelesca Nabila o tener una vida totalmente diferente. Nos reiteramos otra vez: ¿Quién lo puede saber con certeza?
Otros personajes de Mursiya: el Rey Lobo
Y, cómo no, no podía faltar aquí nuestra propia visión del Rey Lobo (Muhammad ibn Mardanish). Bueno, la de Sergio Reyes y sus pinceles y plumas:
¿Qué podemos decir sobre el Rey Lobo a estas alturas? En «Mursiya. El pintor del Rey Lobo» encontraréis los principales hitos históricamente documentados y/o aceptados sobre su vida. De su personalidad es más complicado saber, ya que la mayoría de las fuentes que pervivieron fueron las de sus enemigos. Así que es lógico que retrataran a un personaje de la peor calaña posible. Para el autor de novela histórica supone un ejercicio de reflexión y análisis profundo construir y relatar la semblanza de un emir como este. ¡Las fuentes son parciales e interesadas! Hay que separar el grano de la paja, decidir qué pudo ser cierto y qué no y, después, reflejarlo en sus comportamientos. Ojalá el lector descubra la imagen más real posible del Rey Lobo. Al menos es lo que el autor, humildemente, confiesa haber intentado.
Como despedida…
Y también, para despedirnos, os dejamos aquí otro dibujo de Ahmad ibn Waddah, el protagonista de la novela. Esta es la imagen que de él, cuando era niño, tenía Sergio Reyes en mente (y en cartón):
Cuando comienza la novela, Ahmad ibn Waddah será poco mayor que el muchacho de la acuarela superior. Después irá creciendo hasta convertirse en el apuesto joven que más arriba también podéis ver. Y pasará por cientos de situaciones que mejor no os desvelamos. No se trata de destriparos aquí la novela sino de ayudaros a ponerle cara a algunos personajes de Mursiya.
Como habéis visto, la mayoría son simples bocetos, rápidas acuarelas pintadas en apenas unos minutos. Pero eso no les resta trascendencia. Han sido, sin duda, una importante ayuda que han permitido al autor aproximarme un poco mejor a los personajes que iba desarrollando en papel. Personajes a los que, por cierto, podréis descubrir leyendo «Mursiya. El pintor del Rey Lobo«.
Bueno, esto es todo por ahora. Os iremos poniendo más cosas sobre esta novela más adelante. Para cualquier otra cosa, no dudéis en tirar de menú.
Hasta pronto y gracias por tu visita y por compartir.