El alcázar menor o pequeño de Mursiya
Uno de los escenarios de «Mursiya. El pintor del Rey Lobo» es el alcázar pequeño. Este se situaba en el arrabal, en la zona Norte de la antigua ciudad de Murcia, rodeado de huertas y jardines. Allí, en semejante entorno, realiza parte de su obra pictórica el protagonista de la novela. Y también se celebran embajadas y veladas literarias varias, entre otros eventos descritos en sus páginas.
Nota histórico literaria: esta foto y algunas de las siguientes ilustran uno de los escenarios de Mursiya. El pintor del Rey Lobo. Pinchando en el enlace anterior puedes descubrir fotos de otros lugares.
El alcázar menor en «Mursiya. El pintor del Rey Lobo»
«Mursiya. El pintor del Rey Lobo» es una novela histórica ambientada en el al-Andalus del siglo XII. Y algunas escenas del libro se desarrollan en el aquí (ver arriba) fotografiado patio de crucero del que fuera alcázar menor o pequeño. En el centro de este patio, donde se cruzaban las acequias y arriates, probablemente se levantaría un pabellón central o Qubba. Este sería de planta cuadrada con un pilar por esquina y laterales compuestos por un triple arco de finas columnas.
Como decía más arriba, en El pintor del Rey Lobo los personajes circulan por allí continuamente. Esto se debe a que parece ser que se convirtió en un centro político y habitacional muy importante en tiempos de Ibn Mardanish. Según las fuentes, parece que ya fue construido, al menos, en tiempos de los almorávides, frente a la creencia generalizada de que fue obra del Rey Lobo. En todo caso, el papel de este gobernante sería el de mejorarlo ordenando reformas y obras que lo modernizaran y adaptaran a sus necesidades de representación.
El alcázar menor, ahora
Actualmente, estas instalaciones albergan, entre otras cosas, un museo: el de Las Claras:
Allí, en dicho museo, podemos contemplar diversas piezas de la época andalusí de Murcia. Entre ellas destacan algunas obras pictóricas. Quizás estas fueran pintadas por un personaje similar al que protagoniza «Mursiya. El pintor del Rey Lobo«. Se muestran, entre otras, la famosa (o famoso, no hay acuerdo al respecto) flautista del miznar. También hay algún fragmento de ave y de personas (ceja, turbante, piernas…) y, por supuesto, figuras geométricas y motivos vegetales varios. A continuación muestro algunos ejemplos:
También hay, en la planta de arriba, una amplia e interesante exposición con motivos religiosos cristianos. Algunas de las piezas que allí se muestran son de incalculable valor, por lo que no debéis olvidar subir. Además, desde lo alto podréis tener una mejor panorámica de la alberca y de los aposentos de las monjas de clausura que todavía viven allí.
Una luz muy especial
Por supuesto, la luz en el alcázar menor es brillante y luminosa. Y quizás, estando allí, podamos imaginar cómo, en las noches de veladas literarias, aquellos hombres iluminarían la alberca con pequeñas luminarias. O, tal vez, adivinemos en sus aguas el reflejo de las estrellas del firmamento. En fin, un efecto semejante podemos verlo en estas fotos tomadas allí mismo en alguna de las últimas noches de los museos:
Resumiendo
En definitiva, se trata de un museo con visita recomendada, que no os podéis perder. Allí podréis sentir, sin duda, la presencia del Rey Lobo y de los personajes de «Mursiya. El pintor del Rey Lobo». Máxime si habéis leído la novela, aunque esto no sea imprescindible, ni mucho menos, para disfrutar de la exposición.
No me quiero enrollar más, prefiero que visitéis este museo y disfrutéis del lugar y de la exposición que allí se muestra. Por eso tampoco os pongo más fotos de las muchas que he hecho.
¡Ah! Para saber más sobre las fuentes bibliográficas en que me he inspirado para escribir esta novela histórica podéis pinchar aquí.